Los
kakapos son loros grandes y achaparrados: los machos pueden llegar a medir
hasta 60 cm y pesar entre 3 y 4 kg una vez alcanzada la
madurez. Los kakapos no pueden volar, por lo que tienen unas alas pequeñas
en relación a su tamaño, y huesos pequeños y poco pronunciados en el esternón (que
en otros pájaros afianzan los músculos de vuelo). Utilizan sus alas para
equilibrio y soporte, así como para amortiguar sus caídas al saltar de los
árboles. A diferencia de otros pájaros terrestres, y al vivir en un clima más
frío que la mayoría de especies de loros, los kakapos pueden acumular grandes
cantidades de grasa corporal como aislamiento y para almacenar energía.
Características
Los
kakapos poseen plumas de color verde musgo mezcladas con negro en
la parte posterior, que les permite camuflarse muy bien con la vegetación de
la zona. Ya que las plumas no necesitan la fuerza y rigidez requerida para el
vuelo, estas son extraordinariamente ligeras, dando mayor relevancia al epíteto
específico de habroptilus. El vientre, cuello, y cara son amarillentos,
existiendo grandes variaciones de unos ejemplares a otros. Es sabido (gracias a
especímenes de museos) que algunos son de un color completamente amarillo. Los
kakapos tienen una cara redondeada por finas plumas, haciendo recordar la cara
de una lechuza; tanto es así que los primeros colonos europeos les
llamaban loros lechuza. Sus picos están rodeados por delicados "bigotes",
los cuales usan para tantear el terreno cuando caminan con la cabeza agachada.
El final de las plumas de la cola suele acabar desgastada por el continuo roce
con el suelo.
El
pico de los kakapos está especialmente adaptado para machacar comida con mucha
precisión. Debido a esto, los kakapos tienen una molleja muy pequeña, comparado
con otros pájaros de su tamaño. Las patas son largas y escamosas y, como en
todos los loros, presentan zigodactilia (dos dedos hacia delante y
dos hacia atrás). Tienen las garras pronunciadas, las cuales les son muy útiles
para trepar.
Los
kakapos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, el cual complementan con
su estilo de vida nocturno. Pueden también distinguir olores mientras hurgan;
este comportamiento se ha visto además sólo en otra especie de loro. Una de las
características más sorprendentes de los kakapos es su olor potente y
agradable, que ha sido variadamente descrito como floral, miel, un ambientador,
o el interior de la caja de un antiguo violín. Dado el desarrollado
sentido del olfato de los kakapos, su olor puede ser una señal química. Por
otro lado, el olor siempre ha conducido a los depredadores hacia el
relativamente indefenso kakapo.
Reproducción
Los
kakapos son los únicos loros del mundo que tienen una reproducción poligámica
del tipo lek. Los machos se apiñan suavemente en un terreno y combaten para
atraer a las hembras y emparejarse. Las hembras observan la exhibición de los
machos y eligen una pareja según la calidad de la exhibición; no son
perseguidas abiertamente por los machos. Las parejas se forman únicamente para
la reproducción, y después se separan. Estos pájaros sólo tienen cría una vez
cada 10 años.
Durante
la temporada de cortejo los machos abandonan su territorio habitual por cimas
de montañas y cordilleras, donde cada uno establece su propio cortejo de
apareamiento. Estos asentamientos pueden distar hasta 7 km del
territorio propio del kakapo y están alejados a un promedio de 50 m (160 ft)
del área de lek. Los machos permanecen en esta región durante la época de
cortejos. Al comienzo de la temporada de apareamiento los machos lucharán por
asegurarse la mejor zona de cortejo. Se enfrentan unos con otros con las plumas
y las garras levantadas, las alas abatidas, el pico abierto, y sonoros gruñidos
y chillidos. La pelea puede dejar a algún pájaro herido.
Cada
cortejo consiste en una serie de excavaciones en el suelo en forma de bola por
parte del macho, con una profundidad de hasta 10 cm y suficientemente
largo para que quepa el medio metro de longitud del animal. Los hoyos se suelen
hacer cerca de caras de rocas, orillas, o troncos de árboles, para ayudar al
rebote del sonido. Los huecos de cada macho están conectados.
A
causa de que los kakapos tienen una esperanza de vida relativamente larga,
tienden a disfrutar de una larga adolescencia antes de empezar a reproducirse.
Amenazas
Los
kakapos están en peligro crítico de extinción, con sólo 131 ejemplares vivos
reconocidos, todos ellos clasificados. Antes del Terciario los
ancestros del kakapo se hallaban en el territorio que hoy día son las islas de
Nueva Zelanda. Debido a la ausencia de predadores terrestres,
perdieron la capacidad de volar. Su mayor predador era un águila diurna
gigante, de la cual se refugiaba entre la vegetación y en madrigueras. Con la
colonización polinesia y europea, y la introducción de predadores tales
como gatos, ratas y armiños, casi todos los kakapos fueron
exterminados. Los esfuerzos por su protección y conservación empezaron en 1890,
pero carecieron de éxito hasta la implantación del Plan de recuperación del
kakapo, en 1980. Los ejemplares vivos existentes crían en dos islas libres de
predadores: en la isla Chalky, al suroeste de Fiordland, y en
la isla Codfish, cerca de la isla Stewart, donde son controlados muy
de cerca. Los kakapos también habitan en la isla Little Barrier. En las islas
Sur y Norte ya se habían extinguido.
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